Poco a poco, la estructura de la compañía fue evolucionando de un taller de reparación a una fábrica de cigüeñales. El primer modelo de fabricación correspondió al motor de la Sanglas, motocicleta empleada por la Guardia Civil durante décadas, y que se realizó a partir de forja libre y con unos tornos bastante rudimentarios.
A finales de los años 50 llegó la fabricación en serie de grandes lotes para grupos de frío industriales, barcos y cigüeñales para frigoríficos de línea blanca para de consumo doméstico.
La primera marca de automóviles a la que SANZ le proveyó con sus fabricados fue SEAT. Las exigencias y compromisos adquiridos con la marca ayudaron al desarrollo de los medios productivos y control de la calidad y sirvió como experiencia para extender la comercialización de nuestros cigüeñales a otros fabricantes. A mediados de los años 60 éramos proveedores de marcas con un nombre reconocido internacionalmente tales como: Mercedes, John Deere, Perkins, Motor Ibérica, Nissan, Chrysler, etc.
De un sólo trabajador que puso en marcha la empresa se pasó, en algo más de dos décadas, a contar con una plantilla de 23 trabajadores en unas instalaciones de apenas 500m2.
En la década de los setenta, Vicente Irache Asín se integra en la empresa con solo diecisiete años de edad. Su enfoque estratégico se orientó decididamente hacia la internacionalización de la empresa.
Se impuso la necesidad de un cambio de ubicación donde dar cabida a las nuevas necesidades productivas y la empresa se trasladó al por aquel entonces pujante Polígono Cogullada donde se acometieron a su vez progresivas ampliaciones.
A comienzos de los años 80 comienzan a fabricarse los primeros cigüeñales para motores de camión, Pegaso y Ebro, aunque el grueso de las unidades producidas continuaba siendo para los utilitarios de Renault, Seat y Citroen.
Con los cigüeñales más grandes, que exigían unas propiedades mecánicas mejores, así como unos medios de fabricación más especializados, se abre un nuevo mercado y a lo largo de los 10 años siguientes, SANZ va abandonando la fabricación de pequeños cigüeñales de automóviles.
En 1988 se realiza el traslado definitivo a las instalaciones del Polígono Industrial Malpica – Sta. Isabel, a una nave de aproximadamente 7.500 m2. Se escogió como lugar estratégico a pie de la autopista Madrid – Barcelona, principal arteria de comunicación en España. Tras el paso de los años y con las sucesivas ampliaciones de la fábrica, SANZ ocupa ahora 15.000m2
A principios de los 90, la mayoría de las referencias que se podían encontrar en el catálogo correspondían a cigüeñales de camiones, tractores, maquinaria de obras públicas y para motores de aplicaciones industriales, tendencia que continúa hasta nuestros días.
Con la llegada del nuevo milenio, la empresa Sanz experimenta una consolidación significativa en el mercado, alcanzando una cuota de exportación que supera el 90% de su producción total. Este logro sustancial proporcionó a Cigüeñales Sanz la oportunidad de emprender un enfoque estratégico.
Este redireccionamiento conllevó a una notable transformación industrial, marcada por la diversificación hacia una nueva línea de producción dedicada a la fabricación de Árboles de Levas. Además, se materializó un salto productivo significativo, abarcando la fabricación de Motores Marinos y Generadores de Alta Potencia (H.H.P).